miércoles, 2 de julio de 2008

La Plata, por Natalia

Perderme me encanta, después de vos.

Conocí La Plata hace ocho años, meses antes de ingresar a la facultad.
En la tarde salí a caminar e inauguré mi forma de conocer la ciudad. Me perdí.
Encaré sin más para el Bosque...Y me dije:
-Siguiendo la numeración, me voy a guiar y voy a volver bien.

Pero allí la numeración desaparece. Las otras referencias también.
Y caminé. Caminé. Caminé.
Hasta que la luz por entre las ramas se anaranjó.
Me empecé a escurrir por entre los árboles.
Y salí tentando el Bosque por atrás. Rodeé el Hipódromo y de ahí por diagonal 80.

Sin saber que vivías cerca de donde pasé.
Y que después me perdería en vos.

Me perdí y no pregunté ¿por orgullo? No, porque me gustó.
Por eso alguna vez también me perdí de vos. Y siempre en vos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Déjeme decirle, señorita, que lo que usted escribe me gusta demasiado,

felicidades,


José Elías

Anónimo dijo...

me encantó. ¡así da gusto perderse! ;-)