sábado, 13 de septiembre de 2008

Rosario II, por Juanito

¿Cuál es el sentido de arreglarlo?, si en una semana, dos a lo sumo, con la próxima tormenta, volverá a estar como ahora, sino peor..., reflexiona el burócrata, de mal día, desde la ventana de la oficina.

El maquinista no entiende razones y sigue trabajando, dale que te dale con su pala mecánica, y su tronar insulta a todo el barrio.

¿Qué estarán haciendo estos?, se pregunta el pescador urbano que, a falta de metálico, le arranca sus vituallas a la desembocadura del arroyo Ludueña.

El tiempo no parece funcionar en Zona Norte. Todo es presente, pasado y futuro, un remolino indescifrable de coordenadas difusas y cansancio y políticas a la vez antiguas y novedosas.

¿Cuál es el sentido, entonces?, reflexiona el burócrata, si en una semana, o un mes a lo sumo, con la próxima tormenta, volverá a estar como ahora, sino peor...

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