martes, 19 de agosto de 2008

Intihuasi, por Duar

La gruta de Intihuasi es una caverna natural situada en las serranías de la provincia de San Luis, en el centro de Argentina. Se llega esquivando los baches de la ruta que la une con la capital provincial, una cinta que ni demarcada está, pero te deja justo en la entrada. Una vez que entrás, sos oficialmente un hombre de las cavernas. La gruta te provee de cobijo en las tormentas y refugio contra depredadores, que son nada menos que feroces tigres de dientes de sable.

De esto no había noticias hasta que Ameghino anduvo por ahí excavando; recién ahí se supo algo. Después fue Rex González, apasionado por las crónicas de Ameghino, y confirmó sus sospechas: que la cueva rebalsaba de historia grande, como la llama Kusch, y de historias mínimas. Excavó un poco y publicó que la cueva tenía restos de actividad de, por lo menos, seismil años atrás. Cerró los ojos y se imaginó al hombre que recién comenzaba a pensar el mundo y se asustaba; el mundo lo agredía y el se defendía como podía. Para eso se asociaba con otros hombres y creaba las primeras herramientas.

Yo lo leí a Alberto y me mandé para San Luis sin pensarlo. Recorrí la cueva de pe a pa y no encontré vestigios de actividad humana.

-Todo lo que había acá se lo llevaron para La Plata- me explicó el señor que cuida la entrada.

No hay comentarios: